AJUSTE DE CUENTAS
Un aparato de Huawei, el verdadero 'teléfono rojo'
El Huawei Mate 60 Pro, con su chip Kirin 9000S, se ha convertido en bandera del nacionalismo chino por su capacidad para poner en cuestión la eficacia de las restricciones que Washington impuso a la industria de semiconductores para tratar con Pekín
La hegemonía de China como la fábrica tecnológica del mundo se tambalea

El lanzamiento de un nuevo teléfono de la marca Huawei a finales de agosto ha puesto en cuestión la política de restricciones tecnológicas del presidente Joe Biden contra China. Desde el 7 de octubre de 2022 se establecieron estrictos controles para limitar el acceso de ... las empresas chinas a la tecnología avanzada fabricada en EE.UU. Se trata de una verdadera declaración de guerra económica cuyo objetivo es paralizar, o al menos menguar, la capacidad de China para producir, adquirir o integrar chips de alta gama en sus productos. Sin embargo, el lanzamiento del Huawei Mate 60 Pro, un teléfono con conectividad 5G y capacidad satelital que no supera los mil euros, ha ido más allá de un mero debut comercial que, según sus promotores, estaba en principio limitado al mercado chino: el teléfono se ha transformado en el nuevo banderín del nacionalismo económico chino.
Lo polémico del Mate 60 Pro está en su interior: su procesador es un Kirin 9000S de 7 nanómetros (7nm), una adaptación de un procesador anterior (el Kirin 9000) sobre la que no se ha desvelado demasiada información. El Departamento de Comercio de EE.UU. anunció el jueves 14 de septiembre una investigación para determinar qué tan avanzado es este semiconductor y si su existencia supone el fracaso de los controles de exportaciones. El Kirin 9000S ha sido fabricado por SMIC, un fabricante chino de semiconductores fundado en 2000 que junto con Huawei está en la lista negra de EE.UU. Hasta ahora se creía que, con las nuevas restricciones, SMIC era capaz de seguir fabricando viejos modelos, pero no de innovar.
Sin embargo, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, un hombre que habla con franqueza inusual, dijo el jueves que la Administración Biden no puede hacer nada respecto al teléfono hasta que «obtengan más información sobre precisamente su carácter y composición». A petición de la agencia Bloomberg, los técnicos de TechInsights, una plataforma dedicada a la industria de semiconductores que tiene sus laboratorios en Ottawa (Canadá) abrieron y destriparon el Mate 60 Pro. TechInsights ha sido la primera en sostener que el chip de SMIC de 7 nanómetros «representa un hito en el diseño y la fabricación en China». El Kirin 9000S «demuestra el progreso técnico que la industria de semiconductores de China ha podido lograr sin herramientas de litografía EUV», afirmó Dan Hutcheson, vicepresidente de TechInsights. «La dificultad de este logro también muestra la resiliencia de la capacidad tecnológica de chips del país. Al mismo tiempo, es un gran desafío geopolítico para los países que han tratado de restringir su acceso a tecnologías de fabricación críticas. El resultado probablemente sean restricciones aún mayores que las que existen hoy».
Sin embargo, también hay otros informes que minimizan el logro chino. Unos señalan que un chip de 7 nanómetros está lejos de los más avanzados de 3 nanómetros (los últimos Iphone montan chips de 4 nm y el mismo Kirin 9000 es de 5nm). Otros subrayan que '7nm', en el fondo, no es más que una etiqueta de marketing. Un analista afirma que la densidad del transistor que SMIC califica de 7nm está un 10% por debajo de lo que TSMC (el fabricante taiwanés que tiene casi el 60% del mercado de semiconductores) considera como tal. También hay cuestionamientos sobre el acceso de SMIC a tecnología DUV (láser ultravioleta profunda) y EUV (litografía ultravioleta extrema) para 'imprimir' los circuitos integrados que se fabrican en los Países Bajos y cuya venta a China está prohibida desde el 1 de septiembre pasado.
Como señala un observador independiente, la política está distorsionando fuertemente una evaluación objetiva de los avances que supone el Mate 60 Pro. Hay tres grupos a los que les interesa que el Kirin 9000S parezca mejor de lo que realmente es. Uno lo forman los comentaristas prochinos que desean demostrar que Pekín resiste bien a las sanciones y restricciones de Washington. Los controles a la exportación de tecnología han sido perjudiciales para la economía china. Pekín ha decidido construir sus propias fábricas de semiconductores. Para eso ha creado un fondo de inversión dotados con 40 mil millones de dólares para ayudar a las empresas chinas a levantar sus propias fábricas en los próximos meses.
Un segundo grupo son los 'expertos' de EE.UU. en China que quieren ver sanciones más fuertes y por lo tanto, exageran para que la opinión pública presione a su favor. Y hay un tercer bando que desea que un fallo de los controles sea el fracaso de la Administración Biden, a la vista de la campaña electoral que está a punto de empezar de cara a las presidenciales del próximo año 2024.
Es muy llamativo el silencio y la discreción de Huawei. Desde que en 2019 el gobierno de EE.UU. empezó a presionar a la compañía (con la detención de la hija del fundador y la prohibición de que sus equipos sean adquiridos para infraestructuras críticas por el temor de que sean usados con fines de espionaje por Pekín), ésta había sobrellevado en silencio sus padecimientos, intentando salvar su crédito en Europa y otras regiones del mundo y escapar a las sospechas que Washington extendía sobre ella en otras latitudes, como Iberoamérica. Pero el Mate 60 Pro es el primer producto que se ha transformado en un símbolo de la pugna de China con EE.UU. ¿Ha cambiado la actitud de Huawei hacia este conflicto? De momento ya se han vendido un millón de unidades en China del que se puede considerar como el auténtico 'teléfono rojo'.
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